La Universidad Popular acoge estos días una exposición con más de una treintena de obras realizadas por Manuel Herrera y Francisca Muñoz durante su crucial estancia en la localidad en los años noventa
rquitecto y pintor Manuel Herrera. «Y, a pesar de ello, a nosotros la ciudad se nos quedaba escasa», asegura. Junto a su socia artística (y esposa) Francisca Muñoz, totanera, inició la búsqueda «incansable» de un lenguaje personal y característico, lo que les obligó a vivir con la maleta preparada. Egipto, el Caribe, la selva del Orinoco y Japón fueron los destinos de algunos de sus viajes, y es evidente que todos ellos dejaron huella de una manera o de otra en la obra de los Muher (así se hicieron llamar, en unión de la primera sílaba de sus apellidos), pero seguramente nunca imaginaron que el mayor manantial de inspiración lo encontrarían tan cerca de casa…